'La importancia de la promoción', por Juan Manuel Román García

La importancia de la promoción,
por Juan Manuel Román García
Ahora mismo fluyen en mi mente infinidad de imágenes y sensaciones, pero una me queda clara: el poder de la publicidad, para que un producto se venda y forme parte “imprescindible” del ritmo de nuestra vida. El que no vea esto está ciego, sólo se vende lo que es “imprescindible” para la vida o una campaña lo hace “imprescindible”. Hoy he presenciado con estupor cómo una magnífica iniciativa de promoción del comercio artesanal se convertía en un bluff. He visitado el “Mercado de Gastronomía Artesanal Local”, en la explanada exterior del Convento de Capuchinos de Ubrique.

El mercado instalado en el exterior del Convento, sin afluencia de público.
El mercado instalado en el exterior del Convento, sin afluencia de público.

Un grupo de artesanos ubriqueños y foráneos, compuesto por 10 puestos y un minibar, en el que tres puestos de quesos, por cierto, recientemente premiados algunos de ellos (pueden verlo en http://www.cosasdecome.es/sin-categora/lluvia-de-premios-para-los-quesos-de-la-sierra-de-cadiz-en-el-concurso-internacional-words-cheese-awards/), uno de chacina, uno de comida prefrabricada, dos de dulces caseros, uno de licores, uno de mermelada, uno de perfumes artesanales y un mini bar, se estrellaban, porque faltó lo “imprescindible”: la promoción.
Me he informado que ha estado amparado por el MOVEX y bajo el auspicio y colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Ubrique. Me consta que se han enviado carteles para empapelar Ubrique, pero que no se han puesto, al menos yo no los he visto, salvo en la Oficina de Turismo.
No es de recibo que toda esta gente, artesanos humildes, hayan desembolsado una gran cantidad de dinero para no poder rentabilizar esta inversión. ¿Dónde han estado los medios locales de difusión?
Este era el aspecto a las dos de la tarde, de hoy 6 de diciembre.
Estamos a tiempo de que el asunto no acabe en tragedia, mañana 7 y pasado 8 de diciembre de 11 a 17 horas seguirán allí, estamos a tiempo, aún podemos ayudar a que la inversión que toda esta gente ha realizado no se pierda; el marco, incomparable. Por mi parte ¡¡¡Dicho queda!!

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