Rebranding es una estrategia de marketing en la que una empresa transforma los elementos que la identifican como marca. Pueden ser modificaciones parciales o totales, pero responden a un intento de mejorar el posicionamiento de la misma ante el público al que desea llegar.
Los elementos que puede abarcar un rebranding van desde un cambio de nombre, de logo o de las tipografías utilizadas; hasta los procedimientos internos de la empresa y su forma de trabajar.
Hay diferentes razones por los que una empresa decide optar por un rebranding, como por ejemplo que la compañía tenga intención de expandirse a nuevos mercados internacionales; o si trata de rejuvenecer su perfil de cliente o llegar a otros targets.
De cualquier manera, el objetivo final es cambiar la percepción que las personas tienen de la marca; ya sea de cara a los inversores como al público en general.
Pero para encarar la gestión de un rebranding exitoso es fundamental partir de unos puntos clave. Se debe ser capaz de definir el concepto de marca claro que se quiere transmitir y tener un profundo conocimiento del público al que se quiere alcanzar, de su lenguaje y sus códigos. Además, es importante hacer partícipes a los empleados del rebranding para que sea capaces de transmitirlo y proyectar la nueva imagen de marca deseada con éxito y credibilidad.
En la actualidad reciente podemos encontrar un buen ejemplo en el rebranding que ha llevado a cabo Sercotel Hotel Group, que ha encarado una profunda transformación de la compañía tanto en el modelo de negocio como en el plano de la tecnología. El grupo se ha embarcado en un cambio de imagen de marca y en sus políticas de producto. La marca ha definido el objetivo de este rebranding en ofrecer una mejor versión de