'Pura dignidad'

El escritor granadino Luis García Montero escribió el 7 de marzo de 2013 en Público: «No entiendo que un país marcado por la corrupción y gobernado por un partido bajo sospecha pueda dar lecciones a nadie». Sobre los logros de la revolución bolivariana, democrática y pacífica, expresó: «Durante el mandato de Chávez se ha reducido la pobreza en Venezuela por encima del 20 %, según los datos más objetivos. Uno piensa que para eso debe servir la política en una democracia, para equilibrar la vida de la gente y hacer que los pobres sean menos pobres. España, como parte de Europa, vive una situación caracterizada por el asalto de los poderes financieros a la soberanía popular». Para Luis García Montero, en comparación con la evolución socioeconómica de Venezuela, con indicadores favorables en el combate contra la pobreza, «la población española se empobrece, baja el nivel de vida y suben los índices de miseria y de desnutrición infantil». Por eso, se pregunta: «¿A quién le van a dar lecciones de democracia nuestros padres de la patria? La privatización de la sanidad, la justicia y la educación públicas no suponen una buena tarjeta de visita para dar consejos democráticos a nadie». Con respecto a una frecuente acusación de los medios occidentales contra la política venezolana, a la que atribuyen aspectos populistas, el poeta granadino dice: «¿Y si hablamos de populismo? ¿Es que puede opinar sobre el tema, y en nombre de la seriedad de la razón, un país gobernado por un presidente como el nuestro? Sin ningún tipo de pudor, ha llegado a declarar que el cumplimiento de su deber ha consistido en no cumplir sus promesas electorales».
[Edición especial de El Correo del Orinoco].

Sobre la famosa frase que le dirigó Juan Carlos I en una cumbre internacional, el escritor Luis García Montero dice: «El rey de España, que en un arrebato borbónico mandó callar a Hugo Chávez, es un jefe de Estado que se formó en los brazos de Francisco Franco, que fue nombrado heredero por un dictador y que ha representado durante casi cuarenta años a su país sin pasar por las urnas. ¿Se imaginan a un lugarteniente de Hitler presidiendo en la actualidad al Estado alemán y mandando callar a un presidente elegido por sus ciudadanos?».
Dirigiéndose a los progresistas españoles que descalifican sin información veraz la política del país latinoamericano, finaliza: «El verdadero problema de los demócratas tiene hoy mucho más que ver con la situación institucional española y europea que con el populismo latinoamericano. Por eso da vergüenza ajena escuchar algunos comentarios. ¿Por qué no se callan?».
El economista sevillano Juan Torres López escribió en Público el 6 de marzo de 2013, refiriéndose a quienes critican a Chávez: «No le perdonarán nunca que diera voz a los millones de personas que no la tenían, que permitiera que su pueblo disfrutase del dinero del petróleo que antes iba a los privilegiados. No le perdonarán que ganase una elección tras otra y sin que en ninguna se pudieran descubrir irregularidades de las que incluso hay en los países que alardean de democracias asentadas. No le perdonarán, en suma, que no aceptase -como le ofrecieron muchas veces- obedecer al Imperio, ser sumiso y someterse a los intereses de sus multinacionales».
Frente a las críticas de los medios e intelectuales occidentales, este economista andaluz dice: «Pero lo éxitos están ahí, en la disminución de la pobreza, en los servicios y el poder que se han puesto a disposición de la gente sencilla que no tenía nada, ni siquiera “cédula” que los identificase como simples ciudadanos».
El profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid Juan Carlos Monedero escribió en Público el mismo 6 de marzo: «El pueblo, en la calle, reza por Chávez. La espiritualidad se mete en el corazón de los pobres. Tienen mucha necesidad. También se mete en su corazón la gente que se la juega por ellos. Y eso era Chávez: un hombre que se la jugó por su pueblo (…). Suramérica, hoy, llora pero crece. Europa sigue arrogante y se hunde».
La manipulación de los medios occidentales es motivo de crítica de este politólogo, que escribe que el líder bolivariano «brindaba fáciles caricaturas a unos medios de comunicación mercenarios que no dudaban en sacar de contexto, en recortar un minuto de un discurso con la intención de construir una matriz de opinión contraria a Chávez (con gran éxito, incluso entre la izquierda europea)». Sobre la relación con su pueblo, Monedero expresó: «Chávez le dijo a su pueblo: vuestra suerte sois vosotros mismos. Y al tiempo que les daba un pez, les decía que tenían que aprender a pescar». Como colofón, apostilla: «Ese es el legado de Chávez. Pura dignidad».
Para quienes en España se hacen eco de las informaciones manipuladas por los medios occidentales, que, en última instancia, defienden intereses de las transnacionales, la también profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid Ángeles Díez expresó en el mismo periódico el 6 de marzo: «Desde el triunfo de Hugo Chávez en 1998 los medios de comunicación, es decir, las corporaciones mediáticas, emprendieron una campaña sistemática, unánime, sin fisuras, sin apenas matices formales, contra la persona del presidente. Dibujaron un perfil acorde con los rasgos de un líder autoritario para concentrar en su figura los problemas de Venezuela. El karma mediático ha sido Chávez dictador, independientemente de los más de 14 procesos electorales ganados, de las incontables manifestaciones del pueblo venezolano apoyando a Chávez, del respaldo de los pueblos y líderes regionales, de la solidaridad internacional. Focalizar en el presidente venezolano la viabilidad de la revolución bolivariana permite, como estrategia de guerra, apostar a que la eliminación de Chávez resuelva el problema real del imperio: la revolución bolivariana y los procesos soberanistas de la región. No ha importado que los verdaderos golpistas estuvieran en la oposición —Capriles participó en el asalto a la embajada cubana en el golpe contra Chávez del 2002—, ni que la falta de libertad de expresión proviniera del control privado del 80% de los medios venezolanos. Las mentiras, las medias verdades y la inducción de sentimientos de rechazo hacia el líder venezolano han calado incluso en sectores progresistas».
El economista Clauido Katz escribió sobre Chávez en Rebelión el 9 de marzo: «Transmitió ideas de igualdad social y democracia real que provocaron un terremoto en la conciencia de oprimidos. No defendió vagamente la dignidad y los derechos de los humildes. Convocó a imaginar una sociedad sin explotación, competencia, ni lucro».
Peculiar cáncer ataca presidentes
Por Rashid SHERIF
Shaahidun.wordpress.com
Lo supimos a través de las revelaciones de Wikileaks: Hace dos años, Hilary Clinton envió al embajador en Buenos Aires un mensaje secreto para pedirle que investigue la salud de la Presidenta Cristina Fernández. Necesitaba saber sus hábitos personales, sus gustos, cómo ella manejaba el estrés en relación con su trabajo, y muy particularmente hizo ésta pregunta: ¿Acaso tomaba alguna medicina y cual sería?
¿Por qué será que la Jefa del Departamento de Estado esté indagando en secreto semejante información acerca de la salud de una jefa de Estado?
Extrañas coincidencias: Al poco tiempo, la Presidenta Cristina Fernández, que hasta ahora había disfrutado de una excelente salud, de pronto se le detectó un tumor de la glándula tiroidea. Por suerte, nos enteramos luego que se trató de un tumor benigno. Otro hecho ocurrió de repente: Su esposo, antiguo Presidente Néstor Kirchner entonces candidato de nuevo a la presidencia, había tomado un café en un hotel en la Patagonia donde acostumbraba ir. A las pocas horas, de noche, fue presa de un repentino malestar y murió de infarto fulminante del miocardio. Otras noticias no menos sorprendentes: El Presidente de Paraguay, Fernando Lugo tuvo un cáncer linfático. También la Presidenta Dilma Rousseff padeció de cáncer mientras estaba en campaña electoral. Ella era antiguo líder de un movimiento de liberación nacional en los años terribles de la dictadura militar apoyada por Estados Unidos, fue detenida y torturada. A su vez, el Presidente Lula da Silva de pronto sufrió de cáncer, su pueblo lo reclamaba para presentarse a futuras elecciones. El Presidente de Venezuela Hugo Chávez quien tenía perspectivas muy favorables para presentarse por un nuevo periodo presidencial, sufrió una y otra vez en recaídas de un tumor canceroso particularmente maligno. En fin, llaman la atención poderosamente esta verdadera serie de graves accidentes de salud física fatales en algunos casos. Eran y son jefes de Estado con antecedentes de buena salud con similares virtudes de ser portadores de la esperanza de sus pueblos y hasta de continentes del Gran Sur, aportando el aliento del cambio social, a la vez enfrentándose con mayor o menor grado a los intentos del imperio de los EEUU por derrocarlos, desprestigiarlos, alentar conspiradores locales contra ellos. Nunca dejó esos planes criminales, de allí nace la sospecha en su contra cada vez que surge un intento de golpe de Estado, una maniobra artera de sus aliados locales derechistas. En suma, se hace casi evidente encontrar su mano peluda al descubrir esa cascada peculiar de canceres persiguiendo jefes de Estado de orientación patriótica y antiimperialista. De hecho, es de conocimiento público que hace varios años ya, la CIA y el Pentágono –al igual que su apéndice Israel- han desarrollado y utilizado en varias ocasiones un tipo de armamento biológico letal con una variedad de objetivos.
Pocos años atrás, Fidel estando de regreso de un viaje oficial en Argentina sufrió de pronto de una misteriosa hemorragia interna que lo puso al borde de la muerte. Resucitó por milagro y gracias al talento legendario de los médicos cubanos. Anteriormente, Yasser Arafat acosado durante dos años por constantes disparos de armas pesadas contra su residencia en Ramallah, cuando se negaba a ser deportado según lo requería Sharon, fue víctima de envenenamiento fulminante de sus glóbulos rojos y ni siquiera se pudo diagnosticar el producto letal en el hospital de París por los expertos médicos franceses. Murió de repente. Solo recientemente, se está investigando de nuevo la causa de su muerte.
En los últimos 50 años, Fidel fue blanco de alrededor de 700 y más intentos de asesinato (ha entrado ya en los anales de Guinness!), incluyendo medios biológicos sofisticados preparados en laboratorios de la CIA y el Pentágono, intentos de asesinato revelados tanto por Wikileaks como por otras fuentes oficiales y periodisticas.*
En la historia no lejana, cuando no se trata de golpe de Estado militar fomentado por la CIA sea en Chile contra el presidente Salvador Allende, o más recientemente en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, sin olvidarnos los intentos frustrados contra Evo y Correa, el imperio está entonces urdiendo atentados disfrazados de accidentes de avión como fue el caso del Presidente de Panamá Omar Torrijos quien nacionalizó el canal (!); o el Presidente progresista Samora Machel, de Mozambique. En otros escenarios, fue el vil y cobarde asesinato del Che y recientemente el horroroso linchamiento de Muammar Gaddafi. Estos grandes líderes eran dignos patriotas de países del Sur que se oponían todos a la dominación imperialista de los Estados Unidos.
La tragedia que nos golpeó con la muerte altamente sospechosa de Arafat, hoy nos sofoca con la pérdida irreparable del Presidente Chávez, nos obliga a preguntarnos: ¿Como ese odio del enemigo llega tan cerca hasta atentar de forma insidiosa contra la vida del líder del pueblo? Mientras la responsabilidad política y moral del crimen recae directamente sobre las fuerzas de ese imperio, su responsabilidad penal más temprano que tarde se hará evidente a plena luz, ante el pueblo y la Historia. Sea por un vil atentado, sea por una enfermedad cancerosa insidiosa, sutilmente inducida, la desaparición brutal del líder transforma su existencia en destino como mártir, héroe nacional, continental y hasta internacional. Chávez amaba la vida; a la vez entregó su vida entera a su pueblo: por su lucha y sus ideas imperecederas vive y vivirá para siempre. Su talla agigantada alumbrará Venezuela y el camino de los pueblos en busca de su liberación; vivirá en la Historia que lo devuelve entre los vivos para seguir guiando sus pasos, despertar su vigilancia hasta la victoria final.

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