Rafael Ramos presenta ante un auditorio repleto su primera novela, 'Colapso'

Ante un auditorio repleto, Rafael Ramos Jaén presentó el viernes 30 de marzo de 2012 en el salón de actos del IES Maestro Francisco Fatou de Ubrique su primera novela, ‘Colapso’, editada por Ediciones Atlantis, de Aranjuez. Según la editorial, se trata de “una sorprendente novela que narra cómo un grupo de personas con caminos paralelos pueden desviar sus trayectorias para unirse y plantar cara a un repentino caos financiero”. El argumento es el siguiente: “Una mañana en la que todo discurre con normalidad y las rutinas de la gente son aparentemente tan automáticas como cada día, un error en el sistema financiero provoca un terrible caos en la sociedad española, pues supone la desaparición de todo el dinero que no estuviera dispuesto en efectivo: las cuentas de todos los ciudadanos, así como sus deudas, se ponen a cero. Pese al desequilibrio y la incertidumbre creados por esta nueva situación, la vida sigue adelante y enseguida comienzan a florecer soluciones nacidas de la imaginación popular, que consiguen hacer que el sistema continúe funcionando, aunque esta vez basándose en las relaciones personales”.

Rafael Ramos.
Rafael Ramos.

“Cuatro vidas paralelas, que durante años se han cruzado al comienzo de cada jornada sin llegar siquiera a hablar, no solo descubren la felicidad de la amistad sincera y sin condiciones, sino que se verán envueltas en una misteriosa investigación que las llevará de vuelta al pasado para reconstruir una sorprendente historia en la que todas están involucradas.
El autor
Rafael Ramos nace en Ubrique, en el corazón de la serranía gaditana, el 14 de agosto de 1961, en el seno de una familia humilde en la que su padre le inculca el gusto por la lectura y la importancia del saber. Su infancia transcurre con la chiquillería traviesa entre callejuelas estrechas de casas encaladas. Realiza los estudios elementales y el bachillerato en colegios públicos de la localidad. Coincide su adolescencia con la apasionante época de la transición y se traslada a Madrid, licenciándose por la Universidad Autónoma en Ciencias Económicas y Empresariales en junio de 1985. Su andadura profesional comienza en el campo de la auditoría, tiene un breve paso por la banca y finalmente recala en la Administración Local. Comparte la dedicación a su familia con la escritura y la lectura. Se siente ciudadano del mundo con raíces locales.
Entrevista a Rafael Ramos
Pregunta: ¿Quiénes son los protagonistas de Colapso? ¿Cómo los definirías?
Respuesta: Son el resultado de un pasado, el de sus antecesores, que marcaron el camino de sus vidas. Esto es una máxima que ha existido y sigue existiendo en la vida de cada ser humano: la base sobre la que nos depositan nuestros padres, las consignas que recibimos en nuestra infancia, marcan considerablemente el resto de nuestro camino. Cierto es que la globalización está permitiendo la llegada de infinidad de mensajes que le quitan exclusividad al mensaje que pasa de padres a hijos. En Diego y en Carmen es muy marcada esa influencia, paterna en el primer caso y materna en el segundo. En Pablo no lo es tanto, dada la muerte temprana de sus progenitores y su vida estudiantil independiente. A su vez, los padres han sido fruto de una cultura y un código ético de una época. En definitiva, todos son fruto de fuerzas externas que luchan con la libertad y pureza espiritual con la que inicialmente nacemos. El caso de doña Juana es quizás el más notorio en este sentido, sobre todo porque siendo consciente de esa esclavitud ante las normas morales de su grupo social y teniendo posibilidad y medios para hacerles frente, doblega sus deseos, sus sentimientos y sus ideas al servicio de esa ética. De ahí la importancia de la enseñanza y la educación en la formación de cada persona. La arcilla virgen que somos al nacer terminará convirtiéndose en el objeto que moldeen sus alfareros.
P: ¿En qué escenarios se mueven?
R: Hay saltos generacionales que marcan distintos escenarios. Y, dentro de cada época, diferentes escenarios en base al grupo socioeconómico en el que se enmarca cada personaje. Por un lado, se pasa de una época políticamente dominada por una ideología totalitaria, que marcaba el ritmo de la cultura, del pensamiento, de la enseñanza y de cualquier faceta del ser humano, con objeto de mantener esa ideología por encima de todo; a una época de libertad de pensamientos, aunque inmersa en otras fuerzas autoritarias, como es el culto al consumo.
Por otro lado, encontramos el escenario cómodo de una clase social pudiente, la de doña Juana, frente al escenario miserable de una clase social obligada a la resignación de ser pobre, como es el caso del padre de Diego.
En cuanto a la ubicación espacial, la trama se desarrolla por los escenarios en los que yo he crecido, un pueblo pequeño del sur peninsular.
P. ¿Cómo está estructurado el libro?
R: La historia transcurre por dos caminos paralelos, el del colapso financiero y el de las relaciones humanas. En la primera parte, el colapso marca el ritmo de la historia; y en la segunda parte, una vez asentada la población en la nueva situación socioeconómica, son las relaciones humanas las que dirigen la acción. En ambos recorridos se va saltando, a su vez, entre el pasado y el presente; un presente marcado por ese pasado que no se resigna a quedar atrás. Poco a poco se van descubriendo las claves que unen ese pasado con ese presente y se va ubicando a cada personaje en el lugar del que procede.
P: ¿Cómo reaccionaría Rafael Ramos si alguna vez la economía llegase a la situación de colapso que describe el libro? ¿Qué es lo primero que haría?
R: No sé cómo actuaría en una situación de supervivencia, es una respuesta que no puede darse desde fuera de esa situación. Supongo que el razonamiento, los valores humanos, los miedos y la valentía varían en tales situaciones hasta límites insospechados, pudiendo actuar una persona como jamás se hubiese imaginado que pudiera hacerlo. Por otra parte, mi actuar dependería mucho de la reacción del resto de la comunidad. No reaccionaría igual ante una actitud hostil del grupo que ante una postura de cooperación general. En el libro he optado por una salida idílica, derivada de una conciencia colectiva compartida, en la que todos tienen claro el “todos a una”, en vez de “sálvese quien pueda”. Me temo que, hoy en día, eso no sería así, en vista de las consignas de las sociedades de nuestro tiempo, que se acercan más al “cada uno a lo suyo”. En este sentido cada día me preocupan más las tensiones sociales derivadas de problemas como el paro, la pobreza, la extrema riqueza, la corrupción, el despilfarro o la escasez. En definitiva, las tensiones provocadas por unas desigualdades extremas, irracionales e insostenibles. Todo derivado de un mecanismo de “reparto”, existente en nuestro sistema económico, que ha demostrado su estrepitoso fracaso.
Lo primero que haría ante una situación tan crítica sería alejarme de cualquier peligro físico y buscar un lugar en el que fuese fácil el sustento básico de mi familia. Una vez salvado ese sustento me implicaría en la búsqueda de una solución colectiva.
P. ¿De dónde surgió la idea para crear la trama y cómo fue el proceso de creación?
R: La idea surgió de mis temores ante un posible descontrol de los avances tecnológicos y de mi actitud crítica frente a lo que se ha convertido el sistema financiero. Buscando un escenario donde desarrollar ambas sensaciones un día surge la idea del colapso.
El proceso de creación se presentaba muy complicado al tratarse de una situación jamás vivida en nuestra sociedad y, por tanto, sin reacciones conocidas. Se añade a ello el tratarse de una situación extrema donde la reacción de la persona es imprevisible. Al final opté por no crear una situación de excesivo caos, sino todo lo contrario, ideo soluciones no traumáticas. Me bastaba con haber puesto el asunto sobre la mesa y dejar al lector desarrollar su imaginación más allá del devenir de la trama.
Al mismo tiempo, vi una oportunidad de poder tratar otro asunto que me preocupa, la pérdida del carácter social del individuo, cada día más encerrado en su propio camino, hasta el punto de no darse cuenta de que su camino depende del camino de sus semejantes.
¿Cómo fue el proceso de creación? Me marqué un esbozo general, como pequeñas flechas conductoras, abiertas y flexibles, y comencé a andar, machete en mano, abriéndome camino sobre la marcha, con la única referencia de ese plan inicial. Poco a poco fueron creándose los personajes y estrechándose el número de posibles caminos por los que tomar, hasta que hubo un momento en que pude divisar el resto de la novela con claridad, entonces solté el machete y seguí la vereda encontrada.
P. ¿Qué referencias literarias, culturales o personales crees que han podido manifestarse en tu obra?
R: Referencias literarias no me atrevería a decir ninguna. Por forzar un poco la respuesta, si hubiera de encontrar alguna influencia literaria diría, quizás, que siempre he admirado el uso de los adjetivos en autores hispanoamericanos como García Márquez, Vargas Llosa o Isabel Allende. Me gusta describir cada escena hasta el mínimo detalle.
Culturalmente yo he crecido en ambientes de tolerancia y actitud crítica y en una época de cambio de régimen político muy rica en vivencias para la reflexión y el compromiso social. De esas reflexiones y actitud crítica ante lo establecido bebe la novela.
Académicamente soy economista y en nada me orgullece el colectivo al que como tal pertenezco, todo lo contrario, deberíamos estar avergonzados al ver el caos en el que estamos situados. ¿Para qué han servido o servimos, pues, tantos economistas?, ¿qué hemos creado en beneficio del ser humano, de la igualdad y la equidad? Ni siquiera hemos sabido predecir las consecuencias del sistema. Quiero salvar de esta quema a gente con una sabiduría no tenida en cuenta, como es José Luís Sampedro, economista, pero sobre todo, PENSADOR. En mi opinión, sobran “másteres MBA” y faltan pensadores. Nos forman como economistas de un sistema, hasta el punto que nos cuesta ver más allá de ese sistema (el crimen perfecto), de forma que todas las soluciones y salidas confluyen en el mismo sistema. Digamos que nos preparan para arreglar el edificio, cuando lo que hay que diseñar es otro edificio.
En cuanto al escenario y a algunos personajes, la novela tiene mucho de biográfica, lo que descubrirán fácilmente las personas cercanas.
P. ¿Cuáles son tus próximos proyectos como escritor?
R: He cambiado totalmente de registro y estoy inmerso en una novela histórica. Sabía de la dificultad de este género, por la labor de documentación que exige, pero no esperaba tanta, aunque es apasionante. Admiro la labor de los que investigan sin prejuicios nuestro pasado para mostrárnoslo tal cual, limpio de sesgos ideológicos.
La época transcurre en el reinado nazarí, quizás también un período demasiado amplio, lo que me obliga a la existencia de muchos personajes y generaciones.
De otra parte tengo en mente intentar una publicación de relatos breves, escritos en distintas épocas y sobre temáticas diversas”.
Fuente: www.edicionesatlantis.com

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