Fotografía inédita de finales del siglo XIX de los epígrafes de Ocuri [artículo completo]

Fotografía inédita de finales del siglo XIX de los epígrafes de Ocuri
Por Luis Javier Guerrero Misa
(Arqueólogo)
Recientemente en una base de datos sobre epigrafía del imperio romano, con sede en Alemania, se ha hecho pública una fotografía, inédita hasta ahora, de las inscripciones del siglo II d.C. de “Ocuri” (Ubrique). En la fotografía se pueden apreciar las dos inscripciones honoríficas dedicadas por la “Res Publica Ocuritanorum” (La República o gobierno local del municipio romano de Ocuri) a los emperadores Antonino Pío, fechada en el 141 d.C., y Commodo, de fecha incierta pero en torno al 185-89 d.C. aproximadamente, tras ser “aserradas” de sus correspondientes cipos. Esta base de datos está dedicada al CIL (“Corpus Inscriptionum Latinarum”) y muy posiblemente tenga originales del propio Hübner, el epigrafista alemán que consagró su vida a recopilar todas las inscripciones de la Hispania romana, y de sus seguidores.
Hasta hace muy poco solo teníamos como información de este hecho la dada por Fray Sebastián de Ubrique en su libro de 1944 sobre la villa serrana y en la que se afirmaba que esta acción de cortar los epígrafes, se realizó por orden del alcalde de Villaluenga, Antonio Segovia, y del notario de Ubrique Antonio Guerrero.
A juicio de nuestro compañero de Papeles de Historia Antonio Morales, experto en la masonería de finales del siglo XIX y principios del XX, al menos uno de ellos podría ser miembro de una logia masónica. Por ello, a veces, hemos pensado que les movió un afán de preservar la historia y cultura locales, dado que la educación, la cultura y la igualdad entre las personas y los pueblos, eran parte intrínseca de su acción política.

Fotografía de finales del siglo XIX con los dos epigrafes conmemorativos de la ciudad de "Ocuri" a los emperadores Antonino Pío y Commodo
Fotografía de finales del siglo XIX con los dos epígrafes conmemorativos de la ciudad de Ocuri a los emperadores Antonino Pío y Commodo
No obstante, lo cierto es que desde finales del siglo XIX, el conservador-director del Museo Arqueológico de Cádiz, Dº Francisco de Asís Vera y Chilier, había hecho numerosas gestiones para que se trajeran a Cádiz ambas inscripciones y se ha publicado un amplio epistolario entre el arqueólogo gaditano y el fraile jesuita Fidel Fita, eminente epigrafista y miembro de la Real Academia de la Historia (de la que terminaría siendo Presidente en 1912). Hay que tener en cuenta que el museo se había establecido oficialmente tan solo dos años antes y Vera buscaba tener todos los restos epigráficos posibles para una de sus salas.
En varias de estas cartas, Vera le habla a Fita de los problemas y “sinsabores” que su empeño en traerse las inscripciones al museo gaditano le habían causado. En una de ellas le comenta que serían los alcaldes de Grazalema y Ubrique quienes las llevarían al museo. En otra fechada el 17 de marzo de 1889, afirma que el diputado provincial por Grazalema le había comunicado que en breve serían trasladadas al museo ambas inscripciones de Ubrique. Finalmente, en la misiva fechada el 15 de mayo de 1889 le comunica a Fita la buena nueva de que las lápidas de Ubrique ya están en Cádiz y de que fue muy laboriosa su extracción de “la roca”. También le anuncia que le enviará calcos para que proceda a su trascripción, no siendo la única vez que se lo pide, pues también consta en otras cartas remitidas a Fita, que Vera le había enviado antes fotografías de las lápidas, antes de su bajada desde el yacimiento, para que volviera a transcribirlas, pues suponemos que Vera notaba que algo andaba mal con la trascripción publicada por Hübner en el CIL. Recordemos que el alemán no quiso subir al Salto de la Mora, desde Ubrique, para ver “in situ” los epígrafes, porque el “guía” ubriqueño le pidió “una cantidad desorbitada de dinero”, por lo que terminó aceptando lo dicho por la Academia de la Historia un siglo antes y perpetuando de esta forma, el flagrante error de las dos “erres”…
En junio de 1890, Vera vuelve a recordarle a Fidel Fita que en abril le había enviado fotografías de las inscripciones y le vuelve a pedir su “interpretación de las lápidas de Ubrique”. En octubre de 1891 vuelve a escribirle a Fita con mención expresa de la fotografía de las inscripciones y le pide que se publiquen en el Boletín de la Real Academia de la Historia. Como Fita parece seguir dando la callada por respuesta, en febrero de 1892, Vera vuelve a insistirle en lo mismo y en que, además, quiere publicar las inscripciones de Ubrique entre otras de Bornos, Hasta Regia, etc…
Desconozco si Fita le respondía a Vera, pues parece que sus respuestas (si es que las hubo…) no se han conservado (o encontrado hasta el momento), lo cierto es que Fita no le hizo caso y la fotografía de los epígrafes no se publicó en el Boletín de la Academia, quizás porque ya se habían publicado a principios del siglo XIX o…quizás…porque no se quería transcribir el nuevo calco o lo que la fotografía mostraba con claridad…que la Real Academia estaba equivocada (y por tanto también Hübner y el CIL…) y la ciudad no se llamaba “Ocurri”, sino “Ocuri”…(¡!).
La fotografía que ahora se ha rescatado, ¿podría ser la enviada por Vera a Fita?. ¿Cómo ha llegado a Alemania?. De momento, no lo sabemos, aunque hemos escrito a la base de datos alemana a ver si nos pueden aclarar su procedencia… Está claro que la foto, hecha con luz solar rasante, para acentuar los caracteres epigráficos, se tomó en un patio “muy andaluz”, con macetas de geranios de fondo, pero no podemos saber por ello si está tomada en Ubrique o en Cádiz. Hay que tener en cuenta que el museo gaditano de entonces, 1889, no se encontraba donde ahora, ni siquiera en la instalación que precedió al actual, sino en otro lugar diferente…quizás éste lugar tuviera ese patio…
Lo que queda muy claro en la fotografía es como en ambos epígrafes se ve claramente el nombre  “OCURITANORUM”… No hay duda alguna (podéis ampliarla al cliquear sobre la fotografía). Incluso la he pasado a negativo y aún se ve mejor.
En fin, seguiremos investigando todos estos nuevos datos y también lo que pasó con una de las inscripciones, la de mayor tamaño y dedicada a Antonino Pío, que desapareció misteriosamente del Museo de Cádiz en pleno siglo XX…
El epistolario entre Vera y Fita puede consultarse en el portal del Archivo Histórico de la Provincia de Castilla de la Compañía de Jesús…
Fuente: Oppidum

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